Calor Radiante

Panel mural de calefacción por infrarrojos

¡La calefacción por infrarrojos es CALENTAR COMO EL SOL…!

La calefacción por radiación, también llamada calefacción por infrarrojos, te ofrece muchas ventajas en comparación con la calefacción por convección.

¿Por qué necesitamos calefacción?
Cuando bajan las temperaturas exteriores, también lo hace la temperatura de nuestra casa.
Por eso necesitamos calentar nuestra casa en las épocas más frías.

Inconvenientes del calentamiento por convección

La mayoría de los sistemas de calefacción calientan directamente el aire de una habitación. El aire atraviesa el calefactor y se calienta. Esto se llama «calentamiento por convección».

Por desgracia, el aire caliente siempre sube.

Cuanto más altos sean los techos, más difícil será calentar una habitación.

  • ¡Despilfarro de energía…!
  • Aire seco y polvo que puede causar irritación de las vías respiratorias.
  • Nivel de confort bajo
  • Se necesita mucho tiempo para calentar una habitación

La solución: ¡Calefacción por infrarrojos!

¿Qué es el calentamiento por radiación? Mediante la calefacción por radiación de onda larga, se envían a la habitación ondas infrarrojas en todas direcciones que, independientemente de las corrientes de aire, calientan directamente todos los objetos. Eso significa que se calientan los muebles, pero también las paredes y las personas que están en la habitación.

Todos los materiales devuelven el calor a la habitación y al aire, lo que te proporciona una confortable sensación de calor.

  • ¡Despilfarro de energía…!
  • Aire seco y polvo que puede causar irritación de las vías respiratorias.
  • Nivel de confort bajo
  • Se necesita mucho tiempo para calentar una habitación

Expertos en calefacción por infrarrojos

– No es lo mismo estar al aire libre en una terraza, a 18ºC con un sol glorioso, que estar en la misma terraza a 18ºC sin sol. ¡La diferencia es un abrigo!
– Es un día nublado. Las nubes se rompen y brilla el sol. Enseguida notamos el calor, aunque la temperatura del aire no haya aumentado. Son las ondas infrarrojas que nos calientan directamente.
– En las estaciones de esquí puedes tomar el sol desnudo a pesar de que las temperaturas sean bajo cero. La fuerte radiación de ondas infrarrojas del sol y su reflejo en la nieve calientan nuestra piel y, por tanto, nuestro cuerpo.

Una parte de las ondas infrarrojas emitidas por el radiador es absorbida por las paredes y los objetos de la habitación. La otra parte se refleja. Por tanto, no sólo captamos las ondas infrarrojas que proceden directamente del radiador, sino también el rebote. Esto nos lleva a experimentar un calor suave y envolvente, y no hay corrientes de aire que puedan estropearlo.

Con la calefacción tradicional, cuanto más altos son los techos, mayor es la diferencia entre la temperatura a la altura del techo y a nivel del suelo. Puede llegar a 7ºC o más. El aire caliente que hay bajo el techo no nos sirve de nada y supone un derroche de energía y un elevado consumo. Cuanto más altos sean los techos, más ahorrarás con la calefacción por infrarrojos.

Depende de muchos factores:
– La altura de los techos.
– El aislamiento.
– El tiempo que estemos en casa. Cuando estamos fuera mucho tiempo, agradecemos el rápido calentamiento del sistema de infrarrojos al llegar a casa. No es necesario tener siempre la casa caliente ni poner la calefacción horas antes de nuestra llegada. Así, sólo consumimos energía cuando estamos presentes.
– Debido a que podemos bajar la temperatura unos 2ºC sin perder ningún grado de confort, sino al contrario, ahorramos energía. Cada grado que disminuimos la temperatura supone alrededor de un 7% menos de consumo de energía.
– La falta de corrientes de aire reduce la pérdida de calor en las superficies frías, como las ventanas. El aire bloqueado es una forma de aislamiento, aire que se mueve en una guía para el calor. El material utilizado para el aislamiento se basa en este principio.

Al contrario de lo que ocurre con el uso de estufas de gas, halógenas o de cuarzo, braseros, etc., materiales como muebles, ropa o manteles no pueden quemarse en caso de contacto con los paneles infrarrojos de onda larga.

El mayor bienestar puede atribuirse a:
– El aire que respiramos es más fresco y no está seco.
– Tenemos los pies calientes y la cabeza fría.
– Una temperatura homogénea en toda la habitación.
– Las paredes y los objetos que nos rodean tienen una temperatura más alta. Esto provoca una menor pérdida de calor corporal por radiación. Un adulto emite aproximadamente 100 vatios de radiación infrarroja por hora.
Si estamos rodeados de masa fría (ventanas, paredes, muebles) perderemos energía y necesitaremos subir el termostato. Aumentar la temperatura de las superficies que nos rodean nos da la posibilidad de disminuir la temperatura ambiente sin perder ningún nivel de confort, sino más bien al contrario. Además, las ondas infrarrojas que atrapamos con los radiadores de infrarrojos compensan esa pérdida con un aumento de nuestro calor corporal.

Las ondas infrarrojas penetran en la piel y calientan los músculos. Los músculos se relajan. Piensa en las lámparas de infrarrojos medicinales. Cada vez más saunas finlandesas están cambiando a saunas de infrarrojos. A temperaturas más bien bajas, el efecto de las ondas infrarrojas sobre nuestro cuerpo es más saludable.

El calentamiento por infrarrojos mejora el flujo sanguíneo, especialmente bajo la piel, y mejora la absorción de oxígeno por la piel. Acelera el ritmo del metabolismo.

Como los paneles infrarrojos no crean circulación de aire en la habitación, ésta está quieta y no hay polvo ni partículas alergénicas del suelo que se desplacen por la habitación. El aire es unos grados más fresco y no está seco. Las personas que sufren problemas respiratorios en invierno deberían cambiar su sistema de calefacción por uno de infrarrojos.

Las ondas infrarrojas calientan directamente las paredes y las secan. Una pared seca se calienta más fácilmente y ofrece un mejor aislamiento. Por eso, durante las primeras semanas tras la instalación del sistema se notará una mejora en el rendimiento. Los hongos no pueden sobrevivir en una pared seca!.

A pesar de que los paneles se apagan y vuelven a encenderse con el uso del termostato, apenas se notan cambios en la temperatura, ya que la inercia de los materiales de la habitación actúa como estabilizador. A diferencia de los sistemas que calientan el aire, éste apenas tiene masa y se enfría enseguida.

Al cambiar nuestro sistema de calefacción por un sistema de infrarrojos, notarás que la casa mantiene mejor la temperatura, por ejemplo después de apagar la calefacción durante la noche.

Los paneles infrarrojos no hacen ningún ruido. No soplan porque no hay piezas que se muevan.

Las ondas infrarrojas casi nunca se pierden a través de las ventanas.

En las imágenes de arriba (de la NASA) tenemos una vista óptica (en luz visible, izquierda) y una vista infrarroja (derecha) de la mano de una persona dentro de una bolsa de plástico. En la imagen en luz visible, la mano no se ve. En la imagen en infrarrojos, sin embargo, el calor de la mano puede atravesar la bolsa de plástico y verse con una cámara de infrarrojos.
Del mismo modo, las ondas infrarrojas de la calefacción pueden atravesar nuestra ropa y calentarnos.

Hay algunos materiales que pueden dejar pasar la luz visible, pero no la infrarroja. Mira las gafas del hombre, por ejemplo. La luz infrarroja no puede atravesar el cristal. Como el calor corporal del hombre no puede atravesar sus gafas, éstas aparecen oscuras.
Del mismo modo, el calor de la calefacción por infrarrojos pierde muy poco calor a través del cristal de las ventanas, pero el cristal lo refleja.

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Palabra de nuestros clientes

Un sistema de calefacción por infrarrojos es bueno cuando se emiten ondas infrarrojas largas, bien distribuidas, y cuando se produce menos convección.